¿Qué te puedo decir sobre mí?

Me llamo Carlos Martínez, soy un chico de la población de Ayora, un pueblo del interior de la provincia de Valencia.

Publico este blog para contarte mis aventuras en bicicleta por gran parte de la geografía española.

Si decides hacer una aventura similar, posiblemente en este blog encontrarás algunos datos interesantes para tu viaje.

De momento he realizado dos grandes aventuras:

1) Hacer el Camino de Santiago desde Ayora pasando por Roncesvalles y continuando por el Camino Francés hasta Santiago de Compostela (1500 km aproximadamente).


Mapa de rutas Ayora - Roncesvalles - Santiago de Compostela

    
 2) Atravesar la Península, desde el Cabo de Creus hasta el Cabo de Finisterre, unificando la famosa ruta de la Transpirenaica con el Camino de Santiago del Norte (2000 Km aproximadamente).


Mapa de rutas de la Transpenínsula


La primera fue realizada en verano de 2008 mientras que la segunda la hice en verano de 2010. Ambas se realizaron en solitario, a pesar de la propuesta para venir conmigo, que realicé a algunos compañeros y amigos. La mayoría no podían por cuestiones familiares, temporales o económicas.

Para conseguir alcanzar los objetivos propuestos tuve que prepararme físicamente pero quizás resulte más importante, desde mi punto de vista, la preparación mental. Sobre todo si lo haces en solitario.

Además, viajes de estas características, requieren de una buena planificación de las etapas según la dureza de las mismas y el alojamiento disponible.

Estas y otras cuestiones como el peso, la alimentación, el material y mantenimiento, el horario y la bicicleta se explicarán posteriormente.

Consejos a tener en cuenta...


Planificación del viaje

La planificación de las etapas es uno de los aspectos más importantes a considerar. Consiste en dividir el recorrido total en una serie de etapas diarias en función del kilometraje, los desniveles, la dificultad y dureza y los servicios disponibles (alojamiento, agua, etc.).

En primer lugar debemos documentarnos sobre la aventura que queremos realizar, ya sea a través de Internet o adquiriendo algunas guías, mapas, etc.

La opción más económica para alojarse durante la ruta es el camping pero conlleva transportar la tienda de campaña, la esterilla y el saco de dormir.

En el primer viaje hacia Santiago de Compostela desde Ayora, me decanté por esta opción pero sinceramente no llegué a utilizarla en ninguna ocasión. Por ello, en la Transpenínsula sólo me llevé el saco de dormir, disminuyendo así el peso total en unos 2 kg.

Por esta razón, recomiendo alojarse en albergues siempre que sea posible. En la mayoría de los caminos de Santiago existen suficientes albergues, sobre todo aquellos ubicados en el Camino Francés y el Camino del Norte.

 Podemos diferenciar dos tipos de albergues: los públicos y los privados. Desde antaño los públicos se pagaban con la voluntad pero últimamente ya suelen pedir una cantidad fija que suele rondar los 5 euros. En cambio, los albergues privados son un poco más caros pero ofrecen algunas ventajas como un mejor acondicionamiento, un mayor número de plazas, una menor masificación de gente (sobre todo en época veraniega y año Xacobeo), etc.

Un aspecto a destacar de los albergues públicos es que los caminantes tienen preferencia sobre los ciclistas hasta una determinada hora (establecida en función del albergue). Esto quiere decir que si un ciclista llega a un albergue antes de la hora establecida de preferencia deberá esperarse y si una vez llegada dicha hora aún quedan plazas libres podrá ocuparlas.

Esto se hace por la mayor rapidez de movilidad que tienen los ciclistas para ir al siguiente albergue. Pero, en ocasiones, puede ocurrir que vayas a alguno y optes por esperarte hasta la hora establecida de preferencia pero, antes de cumplirse, se llene y tengas que desplazarte al siguiente albergue. Si también se encuentra completo deberás optar por los albergues privados, los hostales, casas rurales, etc.

Una vez que tenemos planificadas las rutas que vamos a realizar cada día, sería conveniente llamar o visitar la página de Internet de los alojamientos (si tienen) para conocer aspectos clave como capacidad, disponibilidad para guardar bicicletas, precio, lugares de interés para visitar, bares y restaurantes para comer gastronomía típica, etc.

Si tu aventura consiste en realizar el Camino de Santiago, toda esta información la encontrarás en la mayoría de guías, aunque hay algunas que son más completas que otras. Yo siempre me he decantado para hacer el Camino de Santiago por las del País Aguilar porque creo que son bastante completas, ilustrativas y además se actualizan periódicamente. En el caso de la Transpirenaica utilicé el conocido libro de "La Travesía de los Pirineos en BTT" de Jordi Laparra (3ª edición).


¿Qué me llevo de equipaje?

Para responder a esta pregunta debes plantearte primero cómo y dónde vas a transportarlo. Hay varias opciones complementarías unas con otras: alforjas traseras, alforjas delanteras, mochila camelback, carrito, etc. Dependiendo el tipo de viaje que hagas será más recomendable escoger unas u otras.

En los viajes que he realizado hasta ahora me he decantado por las alforjas traseras y la mochila camelback. Las alforjas traseras van colocadas sobre una parrilla sujetada al cuadro que suele soportar al menos unos 10 kg, suficiente para poder transportar el equipaje necesario para una aventura de unas pocas semanas.


En la mochila camelback suelo llevar las cosas que me pueden hacer falta durante la ruta, como el agua, la comida, las herramientas para la bici...

Además también incorporo una pequeña mochila en el manillar para meter la cámara de fotos y las guías de la ruta.

Por tanto, entre todos los compartimentos para transportar el equipaje suelo llevar unos 12-15 kg de peso. Este factor es muy importante porque si pecamos en exceso puede ser que nos arrepintamos aunque siempre podemos recurrir a Correos.

Conozco gente que se llevo literalmente la "casa a cuestas" y sufrió tanto que, cuando fue a Correos a enviar equipaje para su casa, sólo se dejo el botellín de agua, las herramientas imprescindibles, el aseo personal y lo que llevaba puesto. Parece gracioso y lo es, pero más vale que nos concienciemos.

Por ello, a continuación adjunto una lista de equipaje (extraída de la web bicigrino) en la que tendremos que seleccionar aquello que veamos importante, según el tipo de viaje que vayamos a realizar. En la lista no se encuentra todo, sino que uno de sus objetivos es proporcionarte ideas y refrescarte la memoria.



¿Cómo transportar la bicicleta?

Hay distintos medios de transporte: el avión, el tren, el autobús y el vehículo de alquiler.

Para transportar nuestra bicicleta en avión es necesario llevarla bien embalada, normalmente en una caja o en una bolsa de transporte. Tenemos que tener en cuenta el detalle del peso. Normalmente suelen cobrar a partir de los 15-20 kg. de peso por persona. Para evitar que nos cobren por exceso de equipaje se debe subir todo lo posible como maleta de mano. Para ello hay que consultar las políticas de cada aerolínea (medidas del equipaje permitido, peso, contenido de líquidos, etc.).

Otra opción sería el tren pero debemos tener en cuenta que existen diferentes normativas según sea cercanías, media distancia o largo recorrido. Si es cercanías  y media distancia normalmente no hay problema alguno. Para trenes de largo recorrido admiten la bicicleta como equipaje (sin cargo) si viajas en litera o coche cama, con un máximo de 2 bicicletas por departamento. La bicicleta debe estar embalada y parcialmente desmontada para que coja en el espacio situado debajo de las literas inferiores. De todas formas, antes de viajar es conveniente preguntar porque van cambiando la normativa.



Esperando al autobús en la estación de Santiago de Compostela
 
El transporte de la bicicleta en autobús es para mí la opción más recomendable. La compañía Alsa ofrece la posibilidad de reservar en su web el billete para nosotros y también para la bicicleta con un suplemento de 10 € por bicicleta y trayecto.

El vehículo de alquiler puede ser la opción recomendable en el caso de que viajes acompañado ya que el coste del alquiler y los gastos de combustible se reparten entre todos. Además, si la empresa es de ámbito nacional, podemos coger el vehículo en nuestro punto de partida y entregarlo en nuestro destino, la mayoría de las veces sin coste extra.

En los últimos años las empresas de transporte de mercancías como Seur, MRW y otras, te ofrecen el transporte de la bicicleta a cualquier destino. Suele costar unos 50-60 €, con alforjas incluidas, para territorio nacional. Normalmente esta opción la utilizan los peregrinos en bicicleta cuando llegan a Santiago de Compostela. Las ventajas de esta alternativa es que te despreocupas de la bici nada más llegar y después en la vuelta (en avión, tren, autobús...) ya no tienes necesidad de cargar con ella.

Mi diario de viaje

Hay dos cosas que son fundamentales llevar cuando eres partícipe de una aventura o un viaje: la primera es un diario personal en el que vas anotando cada día las cosas que te van ocurriendo, la gente que vas conociendo, los sentimientos que te afloran, las anécdotas...La segunda es una cámara de fotos en la que captas aquellos momentos vividos, esas imágenes que muchas veces se olvidan de la memoria pero que gracias a tener una fotografía perduran como si el momento vivido hubiera sido ayer...

El diario de viaje de mis aventuras en bicicleta ha sido escrito al finalizar cada etapa. Después de llegar al alojamiento y asearme, siempre buscaba el momento para poder reflexionar sobre la jornada y escribir las impresiones que me había causado.

Este diario constituye para mí un tesoro porque cada vez que lo leo me transporta de nuevo a recordar aquellos momentos tan gratificantes.

En las pestañas que encontráis en la parte superior del blog (como la Transpenínsula, el Camino de Santiago desde Ayora, etc.) reescribo lo mismo que los días de mis aventuras escribí en mi diario. En cada una de las etapas añado información sobre la distancia, el tiempo transcurrido, la velocidad media y la velocidad máxima.

Comparando la distancia de los perfiles proporcionados por el GPS con la distancia anotada en cada una de las etapas (proporcionada por el cuentakilómetros) veréis una pequeña diferencia. Esa diferencia es debida a dos factores: la diferente calibración de cada uno de los aparatos y la pérdida de información (tracks) con el GPS (resultado de una mala recepción de las señales de los satélites causada, por ejemplo, por el tiempo climatológico).

Por ello, he decidido poner los datos del cuentakilómetros, calibrado con el diámetro de la rueda y comprobado con los hitos de la carretera.